Toxina botulínica (Botox)

El tratamiento facial con toxina botulínica es un tratamiento eficaz, seguro y prácticamente indoloro.

A partir de los 30-35 años, comienzan a molestarnos las arrugas que aparecen con la gesticulación, en el entrecejo, la frente y las patas de gallo. Además, estas arrugas ocasionan un aspecto cansado, preocupado, e incluso, enojado. La toxina botulínica es una forma excepcional de mejorarlo, de forma eficaz y segura.

El objetivo del tratamiento facial con toxina botulínica es conseguir un aspecto facial más relajado, más fresco, sin eliminar la capacidad de expresión y gesticulación naturales.

Se administra mediante pinchazos muy ligeros y superficiales mediante con una aguja finísima. Es por ello que es prácticamente un tratamiento indoloro. Inicialmente, el efecto suele durar unos 4-5 meses. Esta duración suele irse alargando progresivamente en sesiones posteriores.

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Descripción

Usted puede hacer vida prácticamente normal después del tratamiento. No obstante, hay que evitar cualquier elemento que presione sobre las zonas tratadas durante las 4 horas posteriores al tratamiento (uso de antifaces, gafas de natación o buceo, cascos de motocicleta, etc.)